jueves, 2 de octubre de 2014

Independencia de el Alto Perú

Se conoce como Independencia de Bolivia o el Alto Perú  al proceso revolucionario por el que se crea la República de Bolivia como estado independiente, y cuyos territorios actuales eran conocidos en el pasado con la designación administrativa colonial de Audiencia de Charcas y por rioplatenses y peruanos como Alto Perú.

Por su ubicación intermedia entre el Bajo Perú y las provincias del Río de la Plata, el proceso independentista estuvo íntimamente ligado a la Independencia de la Argentina y a la posterior Independencia del Perú. Para contener el avance independentista de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el virrey del Perú, José Fernando de Abascal incorporó bajo su autoridad la Audiencia de Charcas, como lo había sido hasta 1776, y desplegó sobre ella el Ejército Real del Perú. Entre1810 y 1826 el Alto Perú fue escenario de interminables combates y batallas entre los realistas peruanos y altoperuanos y los patriotas argentinos y altoperuanos, a los que se sumarían después de la batalla de Ayacucho los patriotas del Perú y la Gran Colombia al mando de Sucre, y que conseguirían finalmente obtener la independencia en los territorios que permanecerían bajo control realista



Las Rebeliones Indígenas

El descontento indígena hizo que la rebelión llegue en el siglo XVIII. Para sobrevivir su subyugación brutal, los pueblos indígenas desde el principio habían adoptado una variedad de estrategias, pero nunca fueron tan pasivos como eran retratados en la literatura académica hasta hace poco


La Secretaría de Estado de España, en un esfuerzo de reforzar la administración de sus colonias, ha de introducir una serie de cambios sistemáticos, conocidos como las Reformas borbónicas. Como parte de estas reformas, se creó el virreinato del Río de la Plata escindiendo del virreinato del Perú los territorios de la Real Audiencia de Charcas, que en aquel entonces atravesaba una importante ruta comercial terrestre, uniendo las ciudades de Cuzco, Arequipa, Puno, La Paz y el resto del Altiplano hasta Potosí. La separación administrativa supuso también la transferencia de los beneficios económicos hacia Buenos Aires en detrimento de Lima, ocasionada por la despenalización del contrabando a través del puerto atlántico.


Paralelamente, en los dominios españoles se incrementaron y cobraron con mayor eficiencia impuestos como la alcabala, afectando a los comerciantes del sur del Virreinato peruano y del Alto Perú (hoy Bolivia). Estos comerciantes eran mayormente caciques (curacas) indígenas de real linaje de cultura mestiza. Ellos también se vieron perjudicados por el movimiento arbitrario de autoridades indígenas por parte de la administración virreinal a favor de indios serviles al Estado, en perjuicio de los jefes étnicamente legítimos.
El siglo XVIII representó el tiempo de mayor presión económica sobre el campesinado indígena. Se observa en su máxima expresión el sistema del reparto de mercancías, mediante el cual los corregidores obligaban a los indios a comprar bienes a precios muy elevados. El reparto, el tributo indígena y la mita minera oprimían la economía colonial a fin de satisfacer las demandas de la metrópoli.


En este contexto, el recuerdo de la historia y los símbolos del Imperio incaico dentro de la población indígena surgió como modelo de alternativa frente a un sistema económico que las perjudicaba en muchos sentidos


               

Descubrimiento de América

El descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal Colón fue uno de los hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes.



Es posible que durante la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero, ya desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especias y de productos de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental.

Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia.







Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.

A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos, en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana.

 En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos de España  el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. 

Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. 

Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.El 3 de agosto de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en Huelva. La expedición de tres naves  llegó a una pequeña isla de las Antillas el 12 de octubre.Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la existencia de un continente desconocido en Europa: América. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el resto de América en manos castellanas